La caravana: el bar - autobús

Bueno, empiezo por el México - Monterrey.

Trece horas de camino fascinantes, mágicos, ilustrativos, buena vibra, locura total. Cuando llegue a las 10:30 al auditorio, solo faltaban cuatro personas por llegar y los que llegaron desde las nueve ya estaban entonaditos (jejejejeje), partimos antes de las once (TODOS LLEGAMOS sin ningún problema para el preocupado de Cronopio,
que ni fue con nosotros. Saludos)
Desde que prendió don Dionisio el camión, comenzó a escucharse el material de la cura, pero así como lo prendio todos empezarón a destapar sus "refresquitos". Y así fue, comenzaron los videos, los cánticos, los brindis, los buenos deseos entre nosotros, el camión se convirtió en una especie de BAR AMBULANTE, era increíble todos
tabaqueando, echando chela, nos íbamos para atrás, luego para enmedio, luego para adelante, al baño, que este parecia como el de un bar pequeñin como el del Bizarro, haciendo fila para entrar, hubo un momento al principio que el baño era la zona de fumar, pero llego un momento en que en el baño había como cinco canijos echándose un cigarro, después nos valio madre y todos fumábamos, sacando humo como cualquier mugroso camión guajolotero de Neza o de pueblo de la hermosa provincia mexicana, y don Dionosio (El chofi de cariño) a TODA MADRE, solamente nos sentábamos cuando escuchábamos la palabra ¡¡¡¡RETEN, RETEN, RETEN!!!, la hielera pa'tras, abran las escotillas, no saquen el aliento, pero sin ninguna novedad y así fue, no nos detuvieron para una revisión, lo mismo pasó con las casetas, bueno, el chupe se acabo casi llegando a los limites de San Luis Potosi, pero los ánimos seguían calientitos, entonábamos canciones veíamos videos y hasta nos identificamos
plenamente con el vídeo de Friday I'm In love, esa era la fiesta que traíamos en el camión, puro DESMADRE, pasando matehuala ya todo se habia consumido y los ánimos estaban pidiendo un pequeño receso y asi fue, kilometro adelante ya muchos habían quedado rendidos, los que estabamos despiertos estabamos platicando de muchas cosas y viendo videos viejisimos, me dormí como una hora y por fin llegamos a Monterrey. Donde estaba lloviendo y hacia calor, el cielo gris y un ambiente muy cargado de buena vibra. Eran las once de la mañana.

Maniaticure