viernes, 3 de septiembre de 2004

Crónica en El Norte

Quedan regios 'sanados'

Cerca de 18 mil personas acuden anoche al concierto de The Cure en la Arena Monterrey para recibir un antídoto musical de los ingleses

Por Gabriel Garza y Raquel de Gante

El Norte

Monterrey, México (2 septiembre 2004).- Tardaron 12 años en traer nuevamente el "antídoto", pero la noche de ayer los regiomontanos adictos a The Cure, que esperaban ansiosamente su regreso casi en estado terminal, quedaron mágicamente sanados por la dosis musical del curandero inglés Robert Smith.

La "cura" se expandió desde la primera fila de la Arena Monterrey hasta la parte más alta del recinto con un público que no paraba de gritar y alzar los brazos en señal de júbilo.

Con lo poco que le queda ya de su look dark, cabello alborotado, labios y ojos pintados, Smith, acompañado de sus colegas, cambió los gestos inexpresivos de la gente por rostros sudorosos que se unían en coros a los gritos sollozantes del vocalista.

El público que llenó el lugar, cerca de 18 mil personas, esperó 30 minutos más de lo pactado, pero definitivamente las primeras reacciones por parte de los fans fueron visibles al escucharse el primer "medicamento" de la noche: "Lost", de su más reciente álbum homónimo.

Como si corrieran por intentar despojarse de sus males, el público de las zonas de butacas invadió pacíficamente una pequeña área de la cancha que quizás no fue vendida.

La gente se percató que éste sería un concierto en el que nadie se quedaría sentado.

Desde que la guitarra de Perry Bamonte lanzó los primeros acordes de "Fascination Street", la respuesta fue simultánea y todos se unieron en gritos, bailes y brincos descontrolados.

Sin una escenografía espectacular, porque de hecho no existió, y con tan sólo sus melodías, la banda fue capaz de mantener feliz y de pie al público el tiempo que duró el "ritual".

Así, los ingleses se anotaron hit tras hit desde sus inicios hasta los temas más actuales. Con el nuevo tema "The End of the World", los regios reaccionaron favorablemente, situación que no ocurría con un sencillo de los ingleses desde el álbum Wish.

La tendencia melancólica y oscura de algunos de los temas del quinteto no se vio reflejada en la atmósfera, ya que ésta se generó a través de de la mezcla de luces en tonos morados, amarillo y verde por parte del equipo de iluminación.

La variedad de personalidades entre los asistentes ya no denotó el simbolismo ochentero como se le atribuyó a The Cure con el new wave, sino que se encontraban fanáticos con pantalones de mezclilla, ropa casual o de vestir.

Claro que también hubo quienes llegaron ataviados en vestimentas oscuras, cabellos con crepé y engomados, atrayendo las miradas de otros de los asistentes.

Con el tema "Lovesong", la voz de Smith fue recibida como una carga de adrenalina desde la primera estrofa.

Casi besando el micrófono, el intérprete, con ropa holgada y botas industriales, dejó caer su guitarra electroacústica cuando dejó de cantar "Inbetween Days" y "Just Like Heaven" y permaneció inexpresivo.

El cantante, quien escondió su abultado vientre tras las guitarras que utilizó, fue el único que "desentonó" en la vestimenta del grupo, ya que, a pesar de que todos usaron ropa negra, él usó pantalón en color verde militar.

Al término de "The End of the World", Smith agradeció en español con un bien pronunciado "¡Gracias!", el cual fue festejado con un alarido.

Ante un aparente "encore", la banda salió del escenario, y tras las protestas de los aún "enfermos por la música", la cura regresó para aplicarles las últimas dosis de la noche con "Play for Today" y "A Forest".

"¡Robert, te Amo!", exclamó una fanática desde su asiento. "¡Roberto, hazme caso!", enfatizó la joven, pero Smith no la escuchó, aunque esto no importó, ella ya estaba curada.

Con gritos de ¡oe, oe, oe!, la multitud hizo regresar a la banda al foro en cuatro ocasiones.

Eran las 23:15 horas y el grupo continuaba tocando, mientras la gente iluminaba con sus celulares todo el lugar.

Sanados, pero con la certeza de que pronto volverán a "enfermarse" del deseo de la cura que sólo The Cure les puede dar, el público se fue a casa con el recuerdo de las últimas de la noche: "Close to Me", "Lovecats", "Why Can I Be You", entre otras.

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